Justicia Económica y el Plan de Energía Limpia: Más Empleos, Más Justicia

Guest Blog | October 15, 2015 | Blogs en Español, Climate Change, Energy Justice, Energy Policy

This guest post was written by Dean Hubbard and Alejandra Núñez of the Sierra Club and originally appeared in the Sierra Club’s Compass blog. You can find the original post here. The English version of the blog can be found here.

In celebration of National Hispanic Heritage Month, SACE will be posting a series of blogs highlighting issues that impact Latino communities throughout the Southeast. This is the fourth and final blog in this series.  

Desde la perspectiva laboral y de justicia económica, hay muchas buenas noticias en la versión final del Plan de Energía Limpia que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) dio a conocer a principios de este mes. Después de escuchar las recomendaciones de los sindicatos, los defensores de la justicia económica y sus aliados ambientales, la Administración del Presidente Obama insertó varios elementos clave en el Plan de Energía Limpia y políticas públicas relacionadas, los cuales establecen las bases para crear miles de buenos empleos sindicalizados para aquellos que más lo necesitan, y para proteger los medios de vida de las familias de trabajadores cuyos ingresos han dependido de carbón. Esta entrada de blog ofrece una visión general de dichos elementos del Plan, los cuales incluyen muchas nuevas y emocionantes oportunidades para la participación de los defensores de los trabajadores y la justicia económica.

El Plan de Energía Limpia ha sido estructurado para crear miles de nuevos empleos en los sectores de energía limpia y eficiencia energética, ofreciendo incentivos para crear buenos empleos en las comunidades vulnerables. El Plan recomienda estándares robustos para asegurar que los nuevos puestos de trabajo creados conduzcan a carreras de calidad. El Plan de Energía Limpia e iniciativas de política pública relacionadas también contienen protecciones vitales para los trabajadores en el sector del carbón y para sus comunidades. La EPA y el Departamento de Energía (DOE, por sus siglas en inglés) han tomado medidas para ayudar a asegurar que los sindicatos, los trabajadores afectados y sus comunidades sean tratados como partes interesadas, cuyas opiniones sean escuchadas y reflejadas en los procesos estatales para crear planes de implementación (en adelante “planes estatales”). Lo que es más, el Plan de Energía Limpia aborda las preocupaciones de los sindicatos en cuanto a la confiabilidad de nuestro sistema eléctrico, el período para su cumplimiento, y crédito por reducción de emisiones originadas por procesos industriales, como la cogeneración eléctrica y térmica.

Nuevas carreras en los sectores de energía renovable y eficiencia energética

En general, el Plan de Energía Limpia anticipa un mayor crecimiento de la capacidad de generación proveniente de energía limpia que la propuesta de regulación – 28 por ciento en el reglamento final, en comparación con 22 por ciento bajo la propuesta. Además, aunque la eficiencia energética ya no es un “pilar” para el establecimiento de metas estatales de reducción de carbono, el Plan de Energía Limpia aún proporciona fuertes incentivos para que los estados y las regiones implementen programas de eficiencia energética como mecanismo de cumplimiento.

Lo anterior es una buena noticia ya que, según estudios independientes, las inversiones en energía limpia requieren una mayor mano de obra que las inversiones equivalentes de combustibles fósiles, lo cual implica que crean más puestos de trabajo. El sector de energía limpia también utiliza una mayor proporción de mano de obra estadounidense. Un estudio reciente que analiza el impacto de combinar políticas públicas que provean incentivos para la energía renovable con estándares laborales superiores (ver abajo) en California, concluyó que dichas políticas, en combinación, resultaron en miles de nuevos puestos de trabajo bien remunerados con beneficios de seguro médico y pensiones sólidos.

Incentivos para la creación de buenos empleos en las comunidades vulnerables 

El Plan de Energía Limpia establece un “Programa de Incentivos de Energía Limpia” (CEIP, por sus siglas en inglés) que crea incentivos para la expansión temprana de inversiones en energía renovable y eficiencia energética. Aunque los estados deben comenzar el cumplimiento de los planes estatales en 2022, las plantas de generación pueden recibir crédito por proyectos de energía renovable y programas de eficiencia energética que comiencen antes de ese año, y la EPA está alentando la creación de proyectos en comunidades de bajos ingresos. Específicamente, la EPA dará créditos por proyectos de energía solar y eólica y por programas de eficiencia energética que resulten en reducciones de carbono en 2020 y 2021, siempre y cuando la construcción de esos proyectos o la implementación de dichos programas comience después de la fecha en que dichos estados sometan a la EPA sus planes estatales finales. Además, a través de este programa la EPA está proporcionando incentivos adicionales para crear nuevos puestos de trabajo en las comunidades vulnerables al dar doble crédito por proyectos de eficiencia energética en comunidades de bajos ingresos durante este mismo período.

Estándares laborales superiores

Cualquier sindicalista sabe que hay un mundo de diferencia entre un “trabajo” y una carrera de calidad. Los estándares de formación y certificación robustos generalmente resultan en trabajadores bien remunerados y altamente cualificados, que fabrican un producto de calidad y durable. Uno de los elementos más importantes que ha pasado desapercibido en el Plan de Energía Limpia es que la EPA verá favorablemente los planes estatales que preparen a los nuevos trabajadores en los sectores de energía renovable y de eficiencia energética bajo programas de aprendizaje sindicales registrados (al igual que bajo programas de colegios comunitarios e universidades técnicas) que den lugar a certificaciones de habilidades válidas.

Lo que es más, la EPA está alentando a los estados a asegurarse de que las habilidades de los trabajadores que instalen proyectos de energía renovable o eficiencia energética o que realicen auditorías energéticas sean certificadas por un tercero (como un programa de aprendizaje registrado en el Departamento de Trabajo -DOL, por sus siglas en inglés-, una agencia estatal o una entidad de acreditación reconocida por el DOE) que desarrolle programas de certificación sobre la base del consenso.

Estándares laborales superiores como éstos tienden a conducir a más trabajos sindicalizados. Esto es particularmente importante porque 1) ser parte de un sindicato es uno de los mejores indicadores de un “buen trabajo”, y 2) dichos estándares ayudarán a aumentar la densidad sindical en los trabajos de energía limpia que vayan a crearse en el marco del Plan de Energía Limpia, densidad que actualmente es más baja que en los tipos de trabajos que podrían perderse.

Aumento neto de puestos de trabajo, en varios cientos de miles

Estudios del Instituto de Política Económica (EPI, por sus siglas en inglés), Economía Industrial y el Fondo Interindustrial de Investigación Económica, el Departamento de Comercio y otros centros de investigación sugieren que la creación de empleo será mucho más robusta que las estimaciones conservadoras de la EPA de hasta 83.000 puestos de trabajo creados en el sector de eficiencia energética hacia el año 2025.

Por ejemplo, el EPI, usando datos de la EPA y el DOL utilizados en la propuesta de reglamento, o sea, antes de que la EPA adoptara estándares laborales más robustos en los sectores de energía limpia y eficiencia energética, como lo hizo en la versión final del Plan de Energía Limpia, estimó que un total de 120,000 nuevos puestos de trabajo directos serían creados por la implementación de la propuesta de reglamento hacia el año 2020, mientras que sólo se perderían 24,000 puestos, resultando en un número neto de 96,000 nuevos puestos de trabajo directos. Cuando se tienen en cuenta los empleos indirectos y los empleos en la cadena de suministro, el aumento neto del número de puestos de trabajo hacia el año 2020, después de contar las pérdidas, será de 360,000 puestos, según el EPI.

Protección para los trabajadores de la industria del carbón y sus comunidades

A pesar de que el Plan de Energía Limpia creará muchos más empleos de los que desplazará, es probable que se perderán algunos puestos de trabajo. Esto es particularmente cierto en los sectores de la minería del carbón y las empresas de generación de energía eléctrica a base de carbón, las cuales vienen sufriendo pérdidas desde hace varios años debido a los cambios económicos en la industria del carbón. La implementación del Plan de Energía Limpia, así como las iniciativas administrativas y legislativas relacionadas, ayudarán a asegurar que los trabajadores afectados y sus comunidades no lleven injustamente la carga por las políticas de protección del clima que beneficiarán a todos.

El “Plan POWER +” de la Administración Obama es la piedra angular de los esfuerzos de política pública federal, estatal y locales que necesitamos para proporcionar una “transición justa” que proteja los medios de subsistencia de las comunidades que dependen de la industria de carbón.

Además de la iniciativa POWER, que proporcionará $ 55 millones este año a las comunidades que dependen del carbón para ayudarles a trazar un futuro económico más saludable, bajo el Plan de Energía Limpia la EPA está alentando a los estados a proporcionar empleo y capacitación a los trabajadores afectados y ayuda económica para las comunidades afectadas. El objetivo es diversificar sus economías, generar nuevas fuentes de inversión y crear nuevos puestos de trabajo.

Además de los fondos federales y estatales, existen varias medidas bipartidistas actualmente en estudio en el Congreso orientadas poner en práctica los elementos legislativos del Plan POWER+. Estos incluyen: 1) $1 billón de dólares por más de cinco años proveniente del Fondo de Tierras con Minas Abandonadas (AML, por sus siglas en inglés) para restauración de tierras y aguas contaminadas por la minería del carbón, en formas que apoyen el desarrollo económico; y 2) $3.9 billones de dólares en diez años para reforzar los beneficios de salud y de pensiones para los mineros de carbón jubilados.

Por otra parte, los defensores de los derechos de los trabajadores y sus aliados, entre ellos laAlianza BlueGreen (BGA, por sus siglas en inglés), una alianza nacional de 15 sindicatos y organizaciones ambientales que representa a 16 millones de personas, están tratando el Plan POWER+ como una base, no como un límite. BGA está abogando por la implementación de medidas de “transición justa” más robustas y completas que construyan nuevas infraestructuras y se traduzcan en la creación de carreras de calidad tanto dentro como fuera del sector de la energía limpia.

Participación de sindicatos y trabajadores como partes interesadas

La robusta participación laboral en la creación del Plan de Energía Limpia tuvo al menos dos beneficios importantes. En primer lugar, la EPA reconoció expresamente que las partes interesadas en los procesos de desarrollo de los planes estatales pueden incluir los sindicatos, los trabajadores y las comunidades afectadas. Esto es importante porque, entre otras razones, los estados que busquen prorrogar el plazo de un año para presentar sus planes finales deben demostrar la “participación significativa” de las partes interesadas y describir las oportunidades que dichas partes tuvieron para comentar sobre los planes estatales propuestos.

En segundo lugar, el DOE y tres sindicatos anunciaron un Grupo de Trabajo Sindical-DOE que ayudará a los sindicatos a maximizar la creación de empleos en los planes estatales que los estados van a desarrollar. Los tres sindicatos, Trabajadores Siderúrgicos Unidos (USW, por sus siglas en inglés),  el Sindicato de Trabajadores de Servicios Públicos de Electricidad y Gas (UWUA, por sus siglas en inglés), y la Hermandad Internacional de Trabajadores Eléctricos (IBEW, por sus siglas en inglés), representan a los trabajadores en las industrias relacionadas con el carbón y la energía limpia.

Como el DOE señaló en su comunicado de prensa anunciando el grupo de trabajo, “muchas de las opciones disponibles para los estados en el diseño de sus Planes Estatales de Implementación son grandes generadoras de empleo para los trabajadores de los Estados Unidos, tales como. . .instalación de unidades de cogeneración en las instalaciones industriales, la actualización de la infraestructura de energía, o la instalación de equipo de energías renovables y eficiencia energética.”

La implementación del Plan de Energía Limpia por los estados ofrece otras oportunidades para dar forma a los planes y crear carreras de calidad para las personas que lo necesitan

La EPA diseñó el Plan de Energía Limpia para ser implementado a través de procesos estatales y regionales. Esto significa que coaliciones locales, estatales y regionales para la justicia ambiental y económica tendrán excelentes oportunidades en los próximos uno a tres años para utilizar el proceso de implementación con objeto de crear cientos de miles de buenos puestos de trabajo para personas que los necesitan. A través de nuestra alianza con grupos como la BGA, Sierra Club está trabajando duro para aprovechar estas oportunidades. Los miembros de la BGA han acordado ciertos principios básicos para trabajar juntos en el Plan de Energía Limpia en los estados, los cuales incluyen lo siguiente:

  • Maximizar la creación de empleo con salarios que sostengan a las familias y apoyar el derecho de sindicación;

  • Minimizar y reducir el impacto de la pérdida del empleo; e

  • Incluir a las comunidades de bajos ingresos y a las comunidades de color, para asegurar que reciban su parte justa de los beneficios y no lleven cargas injustas.

Los miembros de la BGA también han acordado un enfoque de política pública, en consonancia con lo que propone la EPA, para asegurar que los puestos de trabajo creados mediante la implementación del Plan de Energía Limpia en los estados conduzcan a carreras de calidad. Estas estrategias incluyen lo siguiente:

1) Dirigir la inversión pública y privada a los sectores de la economía de energía limpia orientados a la sindicalización y los salarios más altos;

2) Incorporar estándares laborales robustos como parte de mandatos e inversiones públicas; e

3) Incorporar políticas complementarias que maximicen los buenos trabajos, sobre todo en el sector manufacturero.

La EPA ha respondido a otras preocupaciones de los sindicatos: confiabilidad del sistema eléctrico, plazo para el cumplimiento y uso de la cogeneración

Algunos cambios en la versión final del Plan de Energía Limpia deberían aliviar las preocupaciones planteadas por los sindicatos afectados, las cuales tienen que ver con la confiabilidad del sistema eléctrico a medida que aumenta la generación de energía limpia, el plazo para el cumplimiento, y la posibilidad de utilizar unidades de cogeneración en las instalaciones industriales para cumplir con el reglamento. La EPA ha dado a los estados más tiempo para desarrollar sus planes estatales al diferir el comienzo del período de cumplimiento de 2020 a 2022, y junto con el ajuste de las metas estatales, se ha eliminado cualquier preocupación sobre un “precipicio” para el cumplimiento.

El Plan de Energía Limpia también exige a los estados abordar cuestiones de confiabilidad del sistema eléctrico en sus planes estatales, y aclara cómo esos planes deben ser revisados ​​por los organismos reguladores de energía y las entidades de confiabilidad. La EPA permitirá modificaciones a los planes estatales si surgen problemas de confiabilidad y el reglamento también proporciona una “válvula de seguridad” en el caso muy poco probable de problemas de confiabilidad en centrales eléctricas específicas.

Por último, los sindicatos de fabricación  están satisfechos porque el Plan de Energía Limpia reconoce la cogeneración, una tecnología que produce calor y electricidad a partir de una única fuente de combustible, como una opción para ayudar a reducir las emisiones de carbono mediante la sustitución de la producción de electricidad de las centrales eléctricas reguladas bajo el reglamento.

No es una solución a todos los problemas, pero el Plan nos pone en el camino correcto

¿Es el Plan de Energía Limpia una panacea para todos los problemas que aquejan a nuestra sociedad, o para todos los efectos potenciales de la alteración del clima y la transición del carbón a la energía limpia? Ciertamente no. Pero está claro que la Administración escuchó las preocupaciones de los trabajadores y sus representantes, y actuó en consecuencia mediante la emisión de una versión final del Plan de Energía Limpia que nos pone en el camino correcto hacia la generación de energía que ayude a estabilizar nuestro clima, con carreras de calidad en el sector de energía limpia para las personas que las necesitan, y con protecciones vitales para las familias y comunidades dependientes de la industria del carbón.

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